Ante la ausencia del Estado de Honduras en hacerse cargo, para aprobar el acceso a la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE), también conocida como pastilla del día siguiente o “plan b”, los grupos organizados de mujeres aún luchan para que esta injusticia tenga una solución en el país.
Hemos cumplido ya 13 años sin PAE, y como consecuencia de la ausencia de este medicamento esencial, se contabilizó entre los años 2009 al 2018 un total de 215,641 partos en niñas y adolescentes entre las edades de 10 a 18 años, según datos del Centro de Derechos de las Mujeres (CDM). Las forzaron a ser madres sin haber tenido un plan b para su vida en el caso de las adolescentes, y, como doble violación a las niñas menores de edad, al ejercer una maternidad no deseada a causa de ser víctimas y sobrevivientes de abuso sexual.

La PAE es un medicamento necesario, según la Organización Mundial de Salud (OMS), pero para las autoridades hondureñas actuales aún no les queda clara la urgencia, y se hacen los desentendidos ante sus propias promesas en la campaña política del partido político Libertad y Refundación (LIBRE), en el 2021, que posicionó a Xiomara Castro como primera mujer presidenta en la historia. En su plan de gobierno, en el apartado de mujeres, agregó: “Facilitar la distribución, venta y uso de la PAE. Que permite impedir la fertilización antes de que ocurra”, palabras que han quedado en papel.

A pesar de que el Doctor Manuel Mattheu, ministro de la Secretaria de Salud es un profesional en el ámbito médico, pareciera de que no entiende del todo el ciclo menstrual de las mujeres, ni cómo funcionan los anticonceptivos, pues cada vez que se le pide dar declaraciones sobre la PAE, dice opiniones como: “no son anticonceptivos”, “que él se debe a su fé como católico mariano”, “que está siendo asesorado por la iglesia”, etc.
Cabe preguntarse ¿cuál es el principio de un ministro como funcionario público si no es velar por el bien común del pueblo al que se debe? Pues al parecer el ministro. le interesa más quedar bien con quienes controlan aún el poder por medio de la institucionalidad de la iglesia, que con las mujeres, niñas y jóvenes hondureñas, a las cual él debería responder ante sus necesidades por el derecho al acceso a la salud.
El pasado 18 de septiembre del 2022, el periódico de la iglesia católica “FIDES”, sacó en portada el título: Iglesia reafirma su postura respecto al uso de la PAE, donde llaman a la PAE abortiva, la campaña que comenzaron antes del 2009. Sin embargo, no hay ni un sólo argumento actualmente válido por las instituciones internacionales de investigación en salud, que diga que la PAE es abortiva. Este es un mito.

Desde la existencia del Grupo Estratégico por las PAE (GE-PAE), distintas organizaciones de Sociedad Civil y movimientos feministas organizados, han creado diversas campañas para educar a la población hondureña. Entre ellas podemos destacar algunas como: Por Que Amo Elegir, Yo No Quiero Ser violada, Hablemos Lo Que Es, entre otras.
En el presente año 2022 van 38 mil partos contabilizados por la SESAL hasta agosto, lo cual es alarmante porque las cifras aumentan, pues entre 2018 a 2021 se reportaron entre los 36 a los 47 mil partos entre niñas y adolescentes de 8 a 19 años de edad. Cabe mencionar que Honduras es el único país de Latinoamérica y El Caribe que prohíbe este medicamento, y está ubicado en el ranking de peores países para ser mujer en el puesto número 3.
Durante los últimos años hemos vivido en manos de gobiernos de ideología de conservadurismo religioso, donde instauraron miedo y corrupción, con ayuda de la institucionalidad de distintas iglesias a través de representantes que legitimaban sus gobiernos de facto e ilegales.
Con ello arrastraron la vida de las mujeres al dar el primer golpe hacia nosotras quitándonos la PAE, una obra jugada por la ex diputada Martha Lorena Casco y el ex diputado Dr. Mario Noé Villafranca, quien después fue nombrado ministro de salud en el gobierno de facto de Micheletti.
Como consecuencia de los gobiernos después del golpe de Estado en 2009, se reforzaron las ideas conservaduristas que oprimen a las mujeres, e instauraron a través de los poderes del Estado penas más fuertes hacia la criminalización de las mujeres y la lucha por la conquista de derechos, además de premiar a quienes violentan a las mujeres, niñas y jóvenes a través del nuevo código penal de la impunidad que sigue vigente sin reformas.
Ante un pasado oscuro, lleno de remordimiento por parte del pueblo hondureño, la Presidenta tiene un camino difícil por recorrer, pero habrá de hacerse de aliadas para construir un país más justo. El pasado 8 de marzo en el Día Internacional De La Mujer, en Casa Presidencial se recibió a las feministas, para dialogar con la Presidenta Xiomara Castro, después de haber tomado posesión, momento histórico donde ella en su discurso dijo: “Mujeres hondureñas no les voy a fallar, voy a defender sus derechos (…)”.

Recordemos que, para recuperar la PAE no se necesita nada más que la firma de la Presidenta, o el Ministro de salud, pero ellos no lo han hecho aún. Y Matthue, para limpiarse las manos, ha dicho que aprobará la PAE pero condicionado solamente para víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, cuando la PAE debe ser de libre acceso para todas.
Texto: Sandy Cabrera Arteaga