Y es que si pensásemos en la fragilidad y lo vulnerable de la vida nuestra cotidianidad no sería igual, la vida por sí misma tal como se nos a enseñado es un milagro. Es la síntesis resumida de la evolución natural, la creación más hermosa de nuestro cosmos.
Una nueva vida conmueve, provoca felicidad y ternura adonde llega despertando las ansiedades y los miedos de protección natural en eventos fácilmente predecibles.
“La alegría verdadera, en efecto, no consiste más que en una visión lúcida, pero asumida, de la condición humana; la tristeza es esa misma visión, pero consternada”. -Clement Rosset
Nuestra fragilidad no se puede evitar, esta es la esencia de la vida; somos seres resilientes, debemos disfrutar los momentos y las experiencias mutuas comprendiendo esto enriqueceremos la comprensión y la fuerza para seguir avante entre las adversidades.
La vida a veces cambia de nombre, y más si el nombre llega junto a una nueva vida para convertirse en una prioridad natural. Como el ciclo natural de la naturaleza; este ciclo de la vida fue vivido por nuestros abuelos, abuelas, padres, madres y todos nuestro antepasados.
Hoy celebramos la vida y tu vida mi pequeña Hadassah, el cosmos te da la bienvenida. Te amamos.